Idígoras, junto al también miembro de la Mesa Nacional, José Luis Elkoro, viajaron, en lo que denominaron "embajada diplomática", hasta Uruguay con el objetivo de "vivir de cerca la sensibilidad que estaba demostrando el pueblo uruguayo con las extradiciones". Idígoras fue expulsado del pais americano al ser considerado inductorde los disturbios acaecidos en Montevideo.

El concejal de Bilbao por HB, Tasio Erkizia, calificó la expulsión de "inadmisible e indefendible" y anunció que la coalición abertzale "redoblará" la internacionalización de su campaña de visitas a los países en los que haya refugiados vascos porque "exige una visión distina a la del Gobierno".

Idígoras señaló que los acontecimientos ocurridos en Uruguay no son producto de agitadores profesionales ni de grupos radicales ultraizquierdistas sino "de una msiva respuesta popular".

El portavoz de la coalición abertzale aseguró que el presidente de la República Uruguaya, Luis Alberto Lacalle, dejará su puesto en uno o dos meses porque "existe un divorcio general entre el actual Ejecutivo de Uruguay y lo que está dispuesta a acatar la ciudadanía de ese pais".

Acusa al Gobierno americano de "debilidad" y de haber querido convertirlo "en un laboratirio de pruebas a través del cual el gobierno español ha querido exportar la represión buscando la colaboraión internacional".

Aseguró Idígoras que el Gobierno español ha fracasado estrepitosamente en "un intento de sustituir la vía del diálogo para dar salida al contencioso vasco y sustituirla por la represión".

Los miembros de la Mesa Nacional de HB presentes en la rueda de prensa mostraron su preocupación por su compañero José Luis Elkoro, que quedó en Uruguay, por lo que consideran "imprevisibles decisiones" de su Presidente.

HB solicitó al Gobierno del pais americano que se mantenga neutral orque, "sería una actitud positiva para responder a este conflicto".

Denunciaron la "campaña de intoxicación internacional que se está montando para obligar a los gobiernos para tomar posición contra nosotros" y desmintió las amenazas realizadas por ETA contra los embajadores de Uruguay.