HUNOSA. (Crónica Resumen)
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Catorce personas perdieron la vida en la madrugada de hoy tras una explosión, supuestamente de gas grisú, en el pozo San Nicolás de Mieres, cuando trabajaban en una galería de carbón a 400 metros de profundidad. El siniestro ya ha sido calificado por la empresa y los traajadores como el más grave del siglo en la minería asturiana.
Sólo una persona, Angel José Zabala Pastor, logró salir sin heridas graves del accidente, y fue trasladado inmediatamente al Hospital Central de Asturias, en Oviedo, con quemaduras en un brazo y la espalda y un leve traumatismo en un ojo.
Tras ser atendido por los equipos de urgencia, Zabala declaró a Servimedia que sólo recuerda "un ruido, una explosión y mucho calor, la onda expansiva; hubo un momento en que noté que me faltaba aire l respirar, pero no perdí el conocimiento", y al tiempo repetía con insistencia: "No sé cómo he podido salir de allí".
La lista negra de mineros asturianos fallecidos es la siguiente: el entubador Francisco Javier González de 40 años; el oficial Eugenio Martín de 42 años, el picador Elías Otero de 42, José Ignacio del Campo de 31, Jesús Trapiello de 30, Juan Manuel Alvarez de 35, Antonio Lorenzo Pedrosa, natural de Vega del Condado y Luis Antonio Espeso, vigilante de primera.
A ellos se suman cino mineros de origen extranjero; cuatro checoslovacos, que trabajaban para la empresa subcontratada Satra, preparando las galerías y acondicionándolas (Miroslav Divoky, Michael Klenot, Vladimir Havlink y Milan Rocek) y uno de Portugal, Eduardo Augusto de 35, natural de Braganaza (Portugal),
Las reacciones al accidente no se hicieron esperar, y mientras los sindicatos convocaban una huelga general de 24 horas y jornada de luto en toda la minería española para el día siguiente, a la que se unían inmediatmente las cuencas mineras de León, tanto los sindicatos como el Ministro de Industria y Hunosa anunciaban el inicio de la investigación de oficio para determinar las causas precisas del siniestro.
Los secretarios generales de UGT y USO, Cándido Méndez y Manuel Zaguirre, respectivamente, así como el secretario de Organización de CCOO; José Manuel de la Parra, se trasladaban pocas horas después a Asturias para acompañar a trabajadores y familiares en los actos funebres organizados, incluida la instalacin de una capilla ardiente.
La magnitud del accidente le ha hecho entrar directamente en el "olimpo" de la crónica negra de la minería, ya que nadie atinaba a recordar en lo que va de siglo un accidente similar en Asturias, en cuyas cuencas han muerto, sólo en 1995, un total de 25 mineros. Sólo el que se llevó por delante la vida de 30 trabajadores en Barguedá (Barcelona) en 1975 arroja cifras más estremecedoras.
En medio del estupor, las primeras manifestaciones del minero sobreviviente y las carcterísticas de las heridas que presentaban los cuerpos de los afectados apunbtaban a señalar una explosión de gas grisú, generado por la extracción del carbón, como causa del desastre, a falta de conocerse el resultado de las investigaciones que deberán abrirse.
Sin embargo, también se escucharon algunas voces en contra de esta versión, como la del director de Explotación de Hunosa, Ramón Madera, quién afirmó en una rueda de prensa improvisada al pie del pozo San Nicolás que no hay estimaciones sobre as causas del accidente, al tiempo que expresaba sus dudas sobre la versión de una supuesta explosión de gas grisú.
"Es extraño", dijo Madera, ya que existen mecanismos que controlan y detectan los niveles de grisú puntual y continuamente. "Es infrecuente que ocurra", recalcó. A su vez, negó rotundamente la información que corrió poco después de conocerse la noticia sobre una pequeña explosión de grisú que se habría producido la semana pasada en el pozo.
Por su parte, los dirigentes sindicales dela minería se apresuraron a denunciar una vez más las dificultades en las que se trabaja en la minería española y las escasa garantías de seguridad que ofrecen las empresas a los trabajadores.
En esta línea, recordó la demora en el Parlamento para aprobar la nueva Ley de Salud laboral, con el fín de elevar las garantias hasta niveles similares a los de la Unión Europea.
En el plano político, el Grupo de Izquierda Unida solicitó la comparecencia en el Congreso de los ministros de Industria y de Trbajo, así como del presidente de la compañía minera pública Hunosa, para que den cuenta del accidente en el Parlamento y ofrezcan información a la Cámara de las medidas preventivas que existen y de las que deben tomarse en el futuro para evitar que vuelvan a producirse estos accidentes.
También José María Aznar, presidente del PP, expresaba su condolencia a las familias de los fallecidos, a los que hizo llegar su pésame y el del resto del partido a través del presidente del Principado de Asturias, Serio Marqués, del mismo signo político.
(SERVIMEDIA)
31 Ago 1995
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