Osés sepronunció, al igual que días atrás lo hiciera el presidente de la Conferencia Episcopal, Elías Yanes, sobre la huelga general convocada para el próximo 27 de enero y estimó que "el clima de malestar que está en el origen de esta huelga proviene de una cierta indignación social, porque de una manera brusca nos han despertado del sueño de un bienestar social ficticio".

El obispo de Huesca considera que el Gobierno debería pensar en un proyecto de solidaridad y en unas medidas económicas y sociales consesuadas. "El Gobierno debe prestar oídos más benévolos, sobre todo cuando las propuestas proceden de los sindicatos y de los agentes empeñados en la reactivación económica", afirma en la pastoral.

Osés considera que la decisión de participar en el paro debe ser una cuestión "personal y de conciencia" y se cuestiona si la huelga general es quizá una lacra de nuestra sociedad democrática, que no encuentra otro tipo de solución a los problemas.

A juicio del máximo reponsable eclesiástico de Huesca, qe hizo una especial llamada de atención sobre el problema del paro, los ciudadanos deben plantearse a partir de ahora un cambio de hábitos de vida, un recorte radical en sus gastos supérfluos y reconocer sus propias culpas.

En este sentido, el prelado concluye refiriéndose a la "irresponsabilidad" que supone dar por buenos los reiterados puentes festivos "a sabiendas de que originan un perjuicio insostenible para nuestra economía".