La tendencia al aumento de recuperaciones de coches, motocicletas, y hasta camiones sustraidos por los "amigos de lo ajeno", sigue manteniéndose, ya que en el primer trimestre del año la cifra se elevó a 1.223 vehículos, cuando en el mismo periodo e 1991 se situó en 1.114.

El mes del año pasado en que la Policía Municipal localizó más automóviles robados fue octubre, con un total de 450, mientras que en enero de este año ya ha sido superado ese record, al contabilizarse 481 casos.

Las pistas que conducen a los agentes a determinar si un coche aparcado o abandonado en la vía pública ha sido robado son las características externas que presenta: estado de las ventanillas, manipulaciones de las cerraduras, comprobar si los cacos han hecho el "uente", presión de las ruedas o la suciedad acumulada.

Una vez que los funcionarios constatan que el coche ha sido sustraido, y previa consulta con el ordenador de la Policía Municipal, se ponen en contacto con los propietarios y comunican el hecho a la Policía Nacional, para que en sus archivos den de baja ése vehículo que figuraba como sustraido.

Posteriormente, los agentes custodian el coche en la calle hasta que el dueño acude al lugar para hacerse cargo de él. Si el titular no puede ir en es momento a recogerlo o la policía no da con su paradero, éste permanece durante algún tiempo en un depósito o lugar seguro.

De acuerdo con las fuentes consultadas por esta agencia, durante los meses de verano, en Semana Santa o en los largos puentes, que son aprovechados por muchos madrileños para abandonar la ciudad, la labor de los policías es mucho más fácil, porque los automóviles robados se hacen más evidentes.

Precisamente, en los cuatro primeros días de esta semana la Policía Municipal recperó en las calles de Madrid una treintena de vehículos sustraidos, entre ellos dos camiones.