Esta posición supone un nuevo jarro de agua fría a las pretensiones de los actuales estores de Huarte, a quienes los bancos acreedores acusan de haber "filtrado" la posibilidad de que las propias entidades acreedoras tomaran la iniciativa de elaborar un programa de reflotamiento.

El malestar entre los acreedores parace ser creciente después de la propuesta que los nuevos gestores de Constructora San José les plantearan, y que suponía una quita del 40% y 50.000 millones de pesetas de nueva financiación, además de un crédito de 15.000 millones por parte del ICO.

"Hay aspectos del lan de reflotamiento que no afectan a los bancos y sobre los que no tenemos nada que decir", han añadido las fuentes citadas.

Sin embargo, las entidades bancarias acreedoras temen que Constructora San José quiera los nuevos créditos para cancelar las deudas con proveedores que ascienden a 35.000 millones de pesetas.

Según las fuentes citadas va a ser muy dificil el reflotamiento "sin poner un duro". Con esta afirmación manifiestan que consideran insuficientes los 2.500 millones aportados por San osé para hacer frente al volumen de deudas de Huarte.

De acuerdo con esta opinión, si no se alteran estas condiciones "se puede entrar en un atolladero", máxime si los nuevos gestores se niegan a dar entrada a un socio industrial, como parecen haber manifestado.