Ese cambio en la limitación de velocidad supone que buena parte de las calles rebaje el tope anterior de 50 a 30 km/h (por ejemplo, el 80% de las calles de Madrid son de sentido único o de un carril por sentido). Los carriles bus o reservados para taxis u otros usuarios no cuentan en estas limitaciones genéricas. No obstante, se permite que los ayuntamientos puedan rebajar esos límites y subir excepcionalmente el de 30 a 50 km/h.

Incumplir ese límite a 30 km/h está considerado como infracción grave o muy grave e implica una sanción de una multa de 100 a 600 euros y la pérdida de hasta seis puntos en el carné, según la velocidad. Así, los conductores pierden puntos si circulan a partir de 51 km/h.

Concretamente, ir por una calle con un carril por sentido supone 100 euros de multa al circular entre 31 y 50 km/h; dos puntos menos y 300 euros si se va a entre 51 y 60 km/h; cuatro puntos menos y 400 euros de sanción si se circula entre 61 y 70 km/h; seis puntos menos y 500 euros entre 71 y 80 km/h, y seis puntos menos y 600 euros a partir de 81 km/h.

NACIONES UNIDAS

La medida se puso en marcha poco antes de que limitar a 30 km/h la velocidad en las calles donde conviven coches y usuarios vulnerables -como peatones, ciclistas y motoristas- fuera el objetivo principal de la VI Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial.

El lema de esta iniciativa era 'Calles para la vida', con la que la ONU abogaba por establecer límites de velocidad de 30 km/h en las calles donde se mezclen automóviles y personas con el fin de evitar accidentes mortales de tráfico y fomentar la actividad física, pues la seguridad urbana anima a caminar o ir en bicicleta.

Esta iniciativa de Naciones Unidas recogía uno de los principios de la Declaración de Estocolmo, adoptada en febrero de 2020 por delegados de cerca de 140 países en el marco de la III Tercera Conferencia Ministerial Mundial sobre Seguridad Vial.

Esa Declaración aboga por "una velocidad máxima de 30 km/h en zonas donde los usuarios vulnerables de la carretera y los vehículos se mezclan de forma frecuente y planificada, excepto cuando existan pruebas sólidas de que las velocidades más altas son seguras".

MENOS MORTALIDAD

Según el Ministerio del Interior, reducir el límite de velocidad de 50 a 30 km/h en las calles reduce a un 10% el riesgo de morir por atropello, mientras que recibir el impacto de un vehículo a 50 km/h eleva la probabilidad de fallecer a entre un 80% y un 90%.

El director general de Tráfico, Pere Navarro, aseguró recientemente en una entrevista concedida a Servimedia que la velocidad y la siniestralidad vial en las ciudades se han reducido en España después de que se implantara el límite máximo de 30 km/h en las calles de un único sentido o de un carril por sentido. “Es probablemente la medida más importante que hayamos tomado en esta legislatura en el ámbito de la movilidad segura”, sentenció.

A este respecto, subrayó: “Ha bajado la velocidad media en las ciudades y ha bajado la siniestralidad en las ciudades. Es una medida que tiene mucho recorrido y una gran trascendencia. Es una medida a medio y a largo plazo que calma el tráfico de las ciudades y supone que va a reducir el ruido, la contaminación y la congestión”.

Por ello, indicó que se trata de una iniciativa que “va más allá de la seguridad vial porque supone ir hacia un tipo de ciudad con un tráfico algo más calmado”.

CUMPLIMIENTO

Por otra parte, siete de cada 10 conductores -concretamente, el 70,3%- respetan el límite de velocidad a 30 km/h en las calles de un único carril por sentido, mientras que el 57,4% lo hacen con la limitación a 50 km/h para las vías de más de un carril por dirección, según un reciente informe del Centro de Estudios Ponle Freno-AXA.

El estudio se basó en 7.214 mediciones realizadas en cinco grandes ciudades (Barcelona, Bilbao, Madrid, Sevilla y Valencia) con cinemómetros láser portátiles calibrados, y el análisis se llevó a cabo en calles similares, a las mismas horas y sin incidencia de tráfico, con lo que los conductores podían sentirse más libres de vulnerar los límites de velocidad.

La conclusión principal es que el 70,3% de los conductores respetan el límite a 30 km/h en las calles de un único carril por sentido o de sentido único, mientras que el 57,4% lo hacían con la limitación a 50 km/h para las calles con dos carriles o más por sentido. Las furgonetas son los vehículos que más cumplen ambos límites de velocidad (73,0%), por delante de los coches (65,0%) y de las motos (54,6%).

Barcelona es la ciudad más cumplidora con los límites a 30 y 50 km/h (74,3%), seguida de Sevilla (70,6%), Bilbao (70,6%), Valencia (60,8%) y Madrid (44,9%). Respecto a la capital vizcaína, se trata de una ciudad con límite a 30 km/h en todas sus vías, por lo que los autores del estudio proyectaron los límites a 50 km/h en algunas calles.

La velocidad media en las 'zonas 30' baja en las horas centrales del día (a 26,2 km/h), pero repunta sobre todo sobre las 9.00 (29,6 km/h), principalmente entre las furgonetas, que rebasan de media ese límite (30,6 km/h), y sube algo menos a las 15.00 (27,1 km/h).