La extirpación del riñón -nefrectomía- se ha realizado por la vagina -vía transvaginal-, sin necesidad de abrir el abdomen (caso de la cirugía abierta) o de realizar una cicatriz de aproximadamente seis centímetros en el mismo (caso de la cirugía laparoscópica), según informa la Junta andaluza.

Tan sólo son necesarias dos incisiones de un centímetro para introducir el instrumental quirúrgico, que permite al cirujano intervenir sobre la zona afectada; el canal del parto es la vía de salida del órgano extirpado.

La intervención tuvo lugar el pasado 11 de julio y, tras un postoperatorio de 72 horas, la paciente ha sido dada de alta. El jefe de Servicio de Urología del Hospital Clínic de Barcelona, Antonio Alcaraz, centro donde tuvo lugar a principios de año la primera intervención de este tipo en Europa, apoyó al equipo sevillano, al igual que ya sucedió en la puesta en marcha de la nefrectomía laparoscópica para extirpar el riñón de donante vivo en trasplante.

La Unidad de Gestión Clínica de Urología y Nefrología prevé realizar hasta 20 intervenciones de este tipo cada año, tras una valoración exhaustiva de los diferentes casos patológicos que exigen la extirpación del riñón en la mujer.

Los procedimientos Notes se iniciaron de manera experimental en el mundo el pasado año. La vagina, la boca y la uretra son los principales accesos que se plantean. Junto con la nefrectomía, se puede emplear en colecistectomía y apendicectomía, entre otros casos descritos.