La nueva unidad recibe a los pacientes derivados desde los centros de salud de Atención Primaria, mediante un protocolo consensuado entre los reumatólogos del hospital y los del área, que precisa que el paciente debe llevar menos de seis meses con la enfermedad, tener inflamación en dos o más articulaciones, y presentar rigidez matutina superior a 30 minutos y dolor en algunas articulaciones.

Una vez remitido al hospital, el personal de la unidad de artritis de reciente comienzo, formada por dos reumatólogos, una enfermera y un auxiliar de enfermería, evalúa al paciente en una consulta especializada que atiende diariamente a dos o tres personas.

La creación de esta unidad cuenta con el apoyo de la Sociedad Española de Reumatología que tiene entre sus proyectos potenciar la detección precoz de la artritis.

De los distintos tipos de artritis, la reumatoide es la más grave, una patología que se estima que sufren en Españaalrededor de 300.000 personas.