A raíz de los dolores estomacales y vómitos que empezó a sufrir en enero de 2006, esta mujer acudió al Ambulatorio Virgen del Val de Alcalá de Henares, donde le diagnosticaron menopausia precoz.

Como los problemas no remitían y además se le hinchaban los pies y las manos, tenía excesivo cansancio y dolor de piernas y le salía líquido de los senos, la paciente se vio obligada a acudir al menos una vez a las Urgencias de dicho ambulatorio.

Allí, su médica de Atención Primaria se limitó a explorarle la tripa con un fonendo, llegando a la conclusión de que padecía acumulación de gases y recetándole un protector de estómago para los vómitos y los ardores.

El pasado mes de mayo, viendo que transcurría el tiempo y que sus problemas se acentuaban, la mujer pensó que podía estar embarazada y pidió a su doctora que le realizara una analítica para descartar dicha posibilidad. Sin embargo, la prueba que le prescribió la doctora era de tipo bioquímico, es decir, no para detectar si estaba embarazada.

Finalmente, hace algo más de un mes y tras pasar una mala noche, la paciente acudió de urgencia al Hospital Príncipe de Asturias, donde tras hacerle un análisis de orina le comunicaron que estaba embarazada y de parto. Horas más tarde, la mujer daba a luz a una niña de 3´15 Kg y 49 cm.