El estudio, dirigido por José María Bermúdez, investigador del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), ha sido publicado en la revista estadounidense PNAS (Proceedings of de Natioanl Academy of Sciences) y aporta datos relevantes sobre las costumbres y el tipo de vida de estas poblaciones .

Los antepasados del Pleistoceno, como los recuperados dese hace años en la Sima de los Huesos de Atapuerca, sufrían un desgaste muy rápido en las coronas de sus dientes, causado por el consumo de carne fresca y de vegetales crudos, así como por la utilización de los mismos como herramienta para sujetar objetos y desgarrar alimentos.

Los científicos han podido calcular, por primera vez, la velocidad de desgaste de las coronas de estos dientes en una población del Pleistoceno, y han determinado que cada año los incisivos perdían por desgaste 0,3 milímetros dela altura de su corona.

Por su parte, José María Bermúdez, ha explicado: "Si tenemos en cuenta que estos dientes despuntan en la encía y comienzan a ser funcionales hacia los 8 años, y que la altura de su corona es de unos 11-13 milímetros, es fácil calcular que en torno a los 40 años, la corona de los incisivos de estos homínidos desaparecía completamente por desgaste".