Sabanza, ex subdirector general del Santander y consejero de la Bolsa de Bilbao, se hará cargo, tras la compra de Banesto por el banco de Emilio Botín, de las máximas responsabilidades ejecutivas del Vitoria, coincidiendo con el nombramiento de Angel Merodio como nuevo presidente de la filial vasca del Español de Crédito.

Previo a la toma de posesión de Merodio y Sabanza, el hasta ahor presidente del Vitoria, Martín Rivas, pronunció un discurso de despedida en el que recogió las grandes cifras del banco en el año 1993, destacando la cifra de negocio comercial (tanto recurso de acreedores como inversión crediticia neta) que, a su juicio, ha permitido el afianzamiento de la entidad.

En 1993, según Rivas, el Vitoria acometió un importante esfuerzo de saneamiento centrado en dos áreas: insolvencias y pensiones. Para la primera de ellas, la entidad elevó sus dotaciones en 756 millones d pesetas, mientras que para el sistema de previsión efectuó una aportación de 326 millones.

El beneficio antes de impuestos del Banco de Vitoria en 1994 fue de 807 millones de pesetas.