EL HISTORIADOR CARLES VIÑAS RECLAMA UNA "PROFUNDA AUTOCRÍTICA" AL MUNDO DEL FÚTBOL ANTE LA VIOLENCIA
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Todos los sectores implicados en el mundo del fútbol deben hacer, sin exclusión, una "profunda autocrítica" sobre su parte de responsabilidad en el fenómeno de la violencia en el deporte, porque culpar sólo a las Administraciones y a los clubes no permite combatir con firmeza el problema.
Esta idea la sostiene el historiador Carles Viñas en un libro que hoy presentó en rueda de prensa, titulado "El mundo ultra" (Temas de hoy), en el que analiza la génesis y evolución posterior de los grupos de hinchas radicales del fútbol en España.
Para el autor, es cierta la idea repetida de que las autoridades deberían poner más medios policiales y disponer de una normativa penal más contundente para perseguir a estos ultras, del mismo modo que los clubes deberían dejar de subvencionar a estas organizaciones.
Sin embargo, Viñas cree que los medios de comunicación y los jugadores se van demasiado "de rositas" en este asunto cuando tienen bastante responsabilidad. "Es más fácil colgar el sambenito a los jóvenes radicales", indicó.
En su opinión, la prensa alimenta la llama de la violencia con un lenguaje "belicista" y agrandando polémicas entre clubes y países, y los jugadores no contribuyen a nada positivo cuando se fotografían con ultras o les lanzan camisetas. "Se sanciona a Albelda (del Valencia) o a E'too (Barcelona), pero a la semana siguiente lo hace Guti (Real Madrid) y no le pasa nada".
Viñas hace extensiva la crítica a comportamientos como el del presidente de la Federación Española de Fútbol, Angel María Villar, que no sólo no cesó al seleccionador Luis Aragonés cuando insultó al jugador francés Thierry Henry, sino que le defendió y llamó racistas a quienes le criticaron.
El autor intenta en la obra desmontar una serie de "tópicos" que existen sobre el mundo ultra. Por ejemplo, el de que se tratan en su mayoría de grupos de cabezas "rapadas" y fascistas.
En la periferia del país abundan los grupos de ultraizquierda y nacionalistas, mientras en el centro son más habituales los neofascistas.
En cuanto al nivel socioeconómico, sus integrantes son de lo más variopinto y un ejemplo es el abogado con traje y corbata que participó semanas atrás en una invasión del entrenamiento del Atlético de Madrid.
(SERVIMEDIA)
10 Jun 2005
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