Wal-Mart es el principal vendedor de armas de fuego en Estados Unidos, aunque no vende pistolas (solo en el Estado de Arkansas), sino rifles y escopetas. La Constitución estadounidense reconoce en su segunda enmienda el derecho de los ciudadanos a poseer y portar armas.

La compañía ha firmado un acuerdo con la organización Mayors Against Illegal Guns (Alcaldes contra las Armas Ilegales), un grupo liderado por el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, que lleva largo tiempo reclamando más medidas de seguridad en la venta de armas al público.

Entre las medidas que adoptará la cadena de hipermercadosen virtud de este acuerdo se encuentra realizar investigaciones exhaustivas de los antecedentes penales de su personal dedicado a la venta de armas, y realizar grabaciones en vídeo de dichas transacciones, que se conservarán durante seis meses.

Este anuncio se produce cuando se cumple un año del tiroteo protagonizado Cho Seung Hui, un alumno de la universidad Virginia Tech, que costó la vista a 32 personas.

Un total de 22 estados norteamericanos están estudiando aprobar legislación para restringir la venta de armas de fuego, y en especial a personas con antecedentes penales o historial clínico de dolencias mentales, según los datos del Centro Brady para la Prevención del Uso de Armas en Actos Violentos.

La investigación del caso de Virginia Tech desveló que el agresor había adquirido parte de las armas que poseía a través de Internet, y otra parte en armerías del Estado de Virginia, a pesar de tener un amplio historial clínico de enfermedad mental.

Una reciente encuesta nacional también ha revelado un cambio de actitud por parte de los norteamericanos en lo que se refiere a las armas de fuego.

En ella, un 90% de los encuestados estaba a favor de que las armerías investigaran en profundidad los antecedentes penales de sus empleados antes de contratarlos, mientras que un porcentaje similar de los participantes que poseían armas no se oponían o se mostraron a favor de que se filmaran las ventas.