LOS HIJOS DE DIVORCIADOS, MAS PROPENSOS AL ALCOHOLISMO Y AL TABAQUISMO
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El divorcio de los padres afecta al consumo de tabaco y alcohol de los hijos, según un estudio norteamericano. Los chicos y chicas cuyos padres están divorciados tienen más probabilidades de fumar cuando sean adultos. Sin embargo, sólo los hijos varones de padres separados sufren una mayor probabilidad de tener problemas con el alcohol.
Pblicado en la revista "Journal of Health and Social Behavior", el estudio indica que "el divorcio de los padres tiene consecuencias serias en el bienestar psicológico de los descendientes".
Los investigadores de la Universidad de Utah evaluaron los datos recogidos durante un amplio período de tiempo, desde 1977 hasta 1994, en el que analizaron a más de 11.000 personas de un amplio sector de familias.
Tanto en el caso de los hijos como de las hijas, el divorcio de los padres incrementó la probabildad de fumar en un tercio, en comparación a los descendientes de familias que permanecieron unidas.
El responsable de la investigación, Nicholas H. Wolfinger, descubrió también que si la madre se volvía a casar, las probabilidades de fumar descendían parcialmente en el caso de las chicas, pero no en el de los chicos.
Otra diferencia afecta a los dos sexos. Mientras el divorcio de los padres aumenta la probabilidad de que el hijo varón tenga problemas con el alcohol cuando deje la adolescencia, la chicas no parecen sensibles a este fenómeno. Wolfinger no encontró diferencias apreciables entre las hijas de padres divorciados y casados.
En el caso de que la madre vuelva a casarse, los efectos sobre los hijos varones y el consumo de alcohol parece desvanecerse, situándose al mismo nivel de probabilidades que los hijos de matrimonios no rotos.
La explicación de este fenómeno no se debe exclusivamente, asegura Wolfinger, a un factor ya conocido, el estatus socioeconómico. Este explicaría partede la relación entre el divorcio y el tabaco, pero no entre el divorcio y el alcohol.
"Los hijos que sufren el divorcio corren claramente más riesgos de ser fumadores o tener problemas de alcohol", asegura Wolfinger. "En una época en la que más de la mitad de los primeros matrimonios acaba en divorcio, este descubrimiento nos muestra con claridad hacia dónde deberían dirigirse los esfuerzos de prevención".
(SERVIMEDIA)
15 Sep 1998
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