A la salida de la sede de la empresa Alditras fueron recibidos con aplausos por una veintena de personas, entre familiares, amigos, conocidos y trabajadores de la empresa de Aldaya.

Durante su encierro, Oscar e Idoia recibieron las visitas de sus respectivas parejas, además del portavoz de los trabajadores, Enrique Cercadillo, y del consejero de Interior del Gobierno vasco, Juan María Atutxa, que les llevó un ramo de flores con un lazo azul.

También recibieron la solidaridad, a través de faxes enviados a la sede de Alditrans, del Ejecutivovasco, partidos políticos y grupos pacifistas, entre otras instituciones y entidades.

Los aldaya ocuparon las 48 horas de encierro leyendo y charlando entre ellos, según declaró el portavoz de la familia, Inaxio Altuna, e ingirieron agua azucarada para evitar la deshidratación.

Altuna leyó un comunicado en el que los hijos del industrial secuestrado por ETA aseguran que saben que junto a ellos, durante el encierro, han estado la mayoría de los ciudadanos, al tiempo que reiteran su llamamiento a l banda terrorista para que libere a su padre "y pongan fin a esta barbaridad y a la terrible y tremenda injusticia que están cometiendo con él".

Asimismo, destacan en el comunicado que se seguirán "refugiando" en los "valores éticos" de su padre, para "soportar y hacer más llevadero el sufrimiento que nos quede hasta que los que lo tienen secuestrado decidan poner fin a su cautiverio".

Oscar e Idoia Aldaya, que mañana acudirán de nuevo a su trabajo, comenzaron su encierro en la empresa de su padr el pasado día 27, a las 8 de la tarde, y durante estos dos días han permanecido en contacto con su hermano Txetxo, que se encuentra en Inglaterra por motivos de trabajo, y con la esposa de éste, Juncal.