La presentación de la nueva sociedad a la prensa corrió a cargo del presidente de honor del Conseo de Administración, Manuel Gómez de Pablos; el presidente de la Comisión Ejecutiva, Iñigo de Oriol; y el consejero delegado, José Antonio Garrido Martínez.

La composición de la cúpula directiva del nuevo holding es fruto de un acuerdo en el que se establece que el Consejo de Administración quedará integrado por la totalidad de los actuales consejeros de Hidrola e Iberduero.

El holding, cuya sede social se ubicará en Madrid, estará participada al 50 por cien por las dos sociedades. El propósito fnal es que, en una fecha no determinada todavía, el holding dé paso a una empresa fusionada.

SUS PODERES

Algunas cifras bastan para resumir los poderes del nuevo holding: su facturación representa el 1,5 por ciento del PIB total y el 5,7 por cien del industrial; la inversión representa el 1,1 por cien del total nacional; los fondos propios del holding ascienden a 1.107.861 millones de pesetas y los beneficios antes de impuestos a 74.011 millones.

Su red abarcará a 33 provincias, con un total deocho millones de abonados, con lo que el número de personas abastecidas por su servicio será de 18 millones. La cifra de empleados supera los 14.000.

La potencia total instalada será de 16.700 megawatios, de los que 8.415 son de origen hidráulico, 5.185 de térmica convencional y 3.098 de procedencia nuclear.

En la rueda de prensa de presentación del holding, su consejero delegado, José Antonio Garrido, cifró en 500.000 millones de pesetas el importe de los activos del holding sometidos a moratori nuclear (por las centrales de Lemóniz y el 50 por ciento de Valdecaballeros).

Garrido aseguró que el holding nace con vocación de colaborar plenamente con la Administración. Señaló que la decisión de mantener o levantar la moratoria nuclear deberá ser tomada en el nuevo Plan Energético Nacional y no quiso opinar sobre el contrato del gas con Argelia, señalando que esa es una opción de política energética y, como tal, compete al Gobierno.

Por su parte, tanto Iñigo de Oriol como Manuel Gómez de Palos insistieron en que el nuevo holding pretende ser una contribución positiva a la reordenación del sector eléctrico y a los retos que plantea el mercado único europeo.

No adelantaron, sin embargo, las exenciones que solicitarán a la Administración por las plusvalías derivadas de la constitución del holding y el posterior proceso de fusión.