Según el comunicado final de este encuentro, al que han asistido más de un millar de militantes de 47 diócesis de España, ese compromiso de lucha implica trabajar por el cambio de vida de las personas, ayudándoles a descubrir que en Jesucristo existe una propuesta de vida auténticamente humana.

La HOAC señala que esta lucha pasa por afrontar el conflicto social que se genera en torno al trabajo en nuestra sociedad capitalisa y por cambiar la forma en que se concibe y se trata al trabajo humano cuando se le valora, sobre todo y casi exclusivamente, como un valor económico, como una mercancía, como un medio para obtener de él rentabilidad económica.

A su juicio, al trabajador se le desposee del control y decisión sobre su trabajo y sobre los frutos de su trabajo y se le convierte en alguien dependiente de quien decide sobre su trabajo. Esta situación de dependencia es una de las causas de la existencia de tantos empobrecios.

Según la HOAC para lucar contra esa dependencia es fundamental situar en el centro de toda la lucha obrera las necesidad y derechos de los sectores más débiles y empobrecidos del mundo obrero, porque sólo desde ellos es posible avanzar en construir la fraternidad entre todas las personas y afirmar la dignidad de todos y cada uno.