Se trata de erradicar la conocida como "leche negra", que se vende a bajo precio porque está fuera del cupo de producción permitido por la Unión Europea (UE) a España o porque notiene buena calidad sanitaria (contiene restos de medicamentos).

Los ministerios que dirigen Cristóbal Montoro y Miguel Arias Cañete han puesto en marcha una actuación coordinada que, como primera consecuencia, ha provocado que las industrias lecheras hayan comenzado a rechazar leche "sin papeles" o la que incumple las exigencias higiénico-sanitarias, según reconocieron a esta agencia fuentes del sector.

La "leche negra" existe en España porque el cupo asignado por Bruselas (6,55 millones de toneadas en 2001) es muy inferior al consumo (7,5 millones de toneladas), mientras que las importaciones no llegaron a las 400.000 toneladas el pasado año.

Las organizaciones ganaderas llevan meses pidiendo "orden en el sector" al ministro Miguel Arias Cañete y concretamente la patronal Asaja ha solicitado que "se extreme la vigilancia respecto al papel de los intermediarios y segundos compradores, y que se incrementen los controles de higiene y calidad de la leche, tanto en la explotación como en la indutria y en el punto de venta".

FRAUDE FISCAL

La industria ha jugado hasta ahora con los precios de la leche fuera de cupo, que compraba más de 4 céntimos más barata al ganadero, pero éste se evitaba pagar una penalización de 36 céntimos por kilo al superar la cuota que tenía asignada.

Fuentes del sector estiman que en España se producen unas 750.000 toneladas anuales de esta leche fuera de cupo, lo que constituye un fraude fiscal que ya está investigando Hacienda.

Asimismo, las industrias etan recogiendo leche que incumple las normas higiénico-sanitarias a cambio de rebajas de unos 12 céntimos por litro. Esta leche, por ejemplo con residuos de antibióticos, no se puede comercializar porque sería un atentado contra la salud pública.

Sin embargo, cabe la posibilidad de que la industria elabore subproductos con esa leche (lactosueros o permeatos), que sirven como base para la fabricación de helados, platos precocinados, leche en polvo, etcétera. También se puede volver a elaborar leche líqida y venderla como fresca pasteurizada, con lo que se estaría estafando al consumidor.

MAXIMA TRANSPARENCIA

El presidente de ASAJA, Pedro Barato, y el responsable de la sectorial láctea de esta organización, Ramón Artime, han reclamado a Arias Cañete "la máxima transparencia en el funcionamiento del sector y un cumplimiento estricto del sistema de cuotas, para lo que es necesario una participación activa de la industria".

En las últimas semanas, algunas industrias han comenzado a rechazar todaleche irregular (fuera de cupo o no correcta sanitariamente) como consecuencia de las inspecciones de la administración agraria y, sobre todo, por las investigaciones que han iniciado técnicos del Ministerio de Hacienda.

Los ganaderos que no pueden vender su exceso de producción tienen que bajar aún más los precios a otros potenciales compradores o destruir la leche, lo que ya se está produciendo en algunos casos.

Para los consumidores, una limpieza del sector lácteo conllevará con toda seguridaduna subida de precios pero, a cambio, no se venderá leche líquida elaborada con subproductos como leche fresca pasteurizada y habrá más garantías de que la industria no emplee leche en malas condiciones higiénico-sanitarias.