Según este colectivo, que mantiene un conflicto con la Agencia Tributaria sobre el reconocimiento de sus funciones, la Inspección ha ingresado por actas hasta mayo unos 40.000 millones de pesetas, frente a los 150.000 que recaudó por el mismo concepto en 1997. De esta diferencia de 110.000 millones, unos 80.000 se deben a la acumulación de expedientes en las unidades de inspección provinciales y el resto a las unidades regionales.

El motvo de esta caída en los ingresos por inspección de Hacienda se debe a la decisión de los subinspectores de trabajar a reglamento, es decir, una huelga de celo en la que sólo desempeñan las funciones que se les reconoce legalmente.

Ello ha provocado que no "ultimen" las actas de inspección, tarea que sólo se les reconoce a los inspectores, y sin la cual no se puede ejecutar el expediente y cobrar.

Como consecuencia de esta situación, advierte este colectivo, "la Inspección de la Agencia Tributariase enfrenta este año a los peores resultados y al mayor caos organizativo desde que se creó la Agencia en 1992". El número de contribuyentes inspeccionados ha caído en un 60%.

Otro agravante del conflicto, según los subinspectores, es que "cientos de expedientes se encuentran en peligro de prescripción, amontonados en los despachos y en espera de ser ultimados", debido al retraso que sufren los procedimientos de inspección por el conflicto.

La asociación ha pedido la mediación del ministro de Ecoomía, Rodrigo Rato, después de apelar al Congreso de los Diputados y al secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, sin que ello haya permitido desbloquear el conflicto.