Según informó el Ministerio de Economía, la operación aún no se ha cerrado y el dinero embargado por morosidad con el fisco podría llegar a los 2.000 millones de pesetas. El sistema empleado ha sido la personación de agentes de la Agencia Tributaria en oficinas de las gestoras de los fondos.

Estas medidas, aseguran en Economía, forman parte del Plan de Modernización de la Agencia Tributaria y del objetivo para los próximos años de reforzar las medidas de lucha contra el raude.

Las medidas de embargo que se están llevando a cabo se dirigen contra contribuyentes morosos cuya deuda con Hacienda supera las 500.000 pesetas, y de los que la Agencia sabía que eran poseedores de participaciones en fondos de inversión colectiva, a través de la información que las gestoras deben facilitar cada año a la Administración tributaria.

En todos los casos, según el Ministerio, los afectados habían recibido la notificación de apremio y estaban en fase de embargo. Además, el cobro e la deuda se había intentado antes mediante el embargo de cuentas bancarias, devoluciones, etc.

La Agencia Tributaria venía trabajando desde hace meses en esta operación mediante el análisis de toda la información disponible. Además, el organismo de recaudación afirma que los fondos de inversión ya han sido anteriormente objeto de embargo para cobrar deudas fiscales.