Los contribuyentes con declaración positiva serán 3.078.000, que tendrán que abonar al Fisco una media de 189.408 pesetas. El total dedeclaraciones presentadas ascenderá a a 11.487.000, lo que supone un aumento de 512.000 contribuyentes sobre la anterior.

Para Hacienda, el resultado neto de la campaña, la última antes de que comience a aplicarse el nuevo IRPF con tipos impositivos más bajos, será negativo en 48.000 millones de pesetas, ya que esa es la diferencia entre lo que ingresará y lo que pagará.

El plazo de la declaración irá del 1 de mayo hasta el 22 de junio, ampliable hasta el 30 para declaraciones con derecho a devolción. La mayoría de las devoluciones se recibirán entre mediados de setiembre y primeros de diciembre.

El rasgo más destacado de esta campaña es la repetición de una medida adoptada por primera vez en la anterior, consistente en el envío de más de un millón y medio de cartas personalizadas a los colectivos más sospechos de fraude fiscal, instándoles a ajustar sus declaraciones de ingresos a la realidad.

Entre esos colectivos figuran altos directivos de empresa, profesionales, agricultores y percetores de rentas procedentes de determinados títulos mobiliarios y subvenciones. Según Gaiteiro, esta campaña ha dado un resultado muy satisfactorio y explica por si sola buena parte del incremento de contribuyentes registrado en la última declaración del IRPF.

MINIMO EXENTO

Por otra parte, la declaración apenas contiene variaciones respecto a la anterior, salvo la deflactación de la tarifa un 5 por ciento y las habituales actualizaciones en el importe de deducciones y mínimos exentos.

El mínimoexento queda situado en 945.000, siempre que los ingresos procedan de rentas del trabajo y la parte procedente del capital mobiliario e incrementos de patrimonio no supere las 225.000 pesetas. No es de aplicación, por tanto, para profesionales, agricultores y empresarios.

Por lo que se refiere a las principales deducciones, la aplicable por tributación conjunta pasa de 38.000 a 40.000 pesetas; la de hijos, de 19.000 a 20.000; por ascendientes, de 14.300 a 15.000; por personas mayores de 75 años, de 14300 a 15.000; y por invalidez, de 47.600 a 50.000.

Se mantienen congeladas las deducciones por gastos de enfermedad, por primas de seguro, por aportaciones de planes de pensiones, por compra de vivienda habitual y por donaciones a los acontecimientos del 92, entre otras.

Por lo que se refiere al Impuesto sobre el Patrimonio, cuyo mínimo exento se eleva de 9 a 10 millones de pesetas, la Agencia Tributaria espera recibir 953.000 declaraciones, con una recaudación prevista de 75.000 millones.

"MEJR PARA USTED", LEMA DE LA CAMPAÑA

El presupupuesto de la campaña informativa, con el lema "Mejor para Usted", asciende a 990 millones de pesetas. Esta cantidad incluye no sólo la campaña de la renta, sino la promoción de la imagen de la Agencia Tributaria y otra campaña que se realizará en el último trimestre de este año para dar a conocer el nuevo IRPF que será de aplicación en la próxima declaración.

En la rueda de prensa, Gaiteiro señaló que la Agencia pretende luchar contra el fraude fiscal d una manera cada vez más selectiva, a cuyo fin consideró muy positiva la puesta en marcha del nuevo Régimen de Estimación Objetiva mediante módulos para pequeños empresarios y profesionales.

A su juicio, este sistema podría abarcar en los próximos tres años a dos de los tres millones de contribuyentes potenciales dentro de este colectivo, lo que les integraría dentro de la normalidad fiscal y permitiría concentrar más los esfuerzos de lucha contra el fraude tributario.

Gaiteiro recalcó que Haciena seguirá ofreciendo aplazamientos en el pago del IRPF a todos los contribuyentes que demuestren tener problemas de tesorería y pongan a disposición del Fisco bienes que garanticen el cobro.

Con esas condiciones, Hacienda no exigirá avales bancarios y, en el momento del pago, el contribuyente saldará su deuda abonando la cantidad aplazada más el tipo de interés legal, que es sensiblemente inferior al de mercado.

Por otra parte, Gaiteiro reconoció que los ingresos obtenidos por Hacienda en febreroy marzo por el IRPF son "ligeramente inferiores" a los previstos, fenómeno que atribuyó al aumento en la solicitudes de aplazamiento de pago por parte de las empresas, ante las dificultades de tesorería que atraviesan.