Así lo dijo en su intervención en el ‘XXXIX Seminario de APIE. Sostenibilidad y digitalización: las palancas de la recuperación’ organizado en Santander.

Guindos instó a los bancos a que “continúen con niveles de provisiones adecuados” en un contexto en el que la subida de los tipos de interés es “positiva” para el sector a corto plazo, pero en el que se va a producir una “desaceleración económica” que hará que empresas y familias “tengan mayores dificultades” y con una inflación elevada.

Al respecto de este análisis, Guindos consideró que “no podemos cegarnos con el espejismo de la subida de tipos a corto plazo”, sino tener en cuenta “otros elementos”.

“Siempre el supervisor pide prudencia, pero en este caso está particularmente justificada”, incidió.

El vicepresidente del BCE y también exministro español destacó que el escenario central que maneja el organismo es de una desaceleración económica y de la inflación si no se producen “sorpresas”, si bien reconoció que hay “muchísima incertidumbre” y eso hace que el BCE haya planteado un escenario alternativo en el que el crecimiento es negativo en 2023.

Guindos insistió en que el escenario central para el BCE no es de estanflación, con una elevada inflación y un bajo crecimiento, sino que se prevé que el PIB se alce por encima del 2%, al tiempo que la inflación se desacelere en 2023 y en 2024 se acerque al objetivo del 2%.

Al ser preguntado sobre la subida de tipos de septiembre anunciada por el BCE, además de la de julio, y de la que se desconoce la cuantía, se limitó a decir que dependerá de lo que reflejen los datos sobre la inflación.

“En momentos como los actuales con incertidumbre en los que existen dudas sobre recuperación económica es más necesario que nunca que las opciones sean contundentes”, consideró, después de que el BCE haya anunciado, además de dos subidas de tipos, un nuevo instrumento para evitar la fragmentación financiera en Europa y aliviar la deuda de países como España.

Por otra parte, Guindos defendió que el euro continúe “durante muchos años” por ser, no solo un proyecto financiero “importante”, sino también por ser “un proyecto político de enorme magnitud para la UE y la zona euro”.