La Ejecutiva, dominada por el sector guerrista, considera que la solución al conflicto que vive el PSOE onubense no para por los órganos disciplinarios del partido, sino que debe llegar por la cesión del sector mayoitario guerrista ante el minoritario renovador, a condición de que éste acepte la prepondería del primero, según señaló el vicesecretario provincial y ex-presidente del Parlamento andaluz, José Antonio Marín.

"La situación que vive el partido en Andalucía, con cuatro congresos provinciales impugnados, no puede ser resuelta, por lo menos de manera satisfactoria, por la vía jurisdicional interna del partido, es un problema de tal envergadura que tiene que tener alguna solución política", explicó Marín a término de la Asamblea celebrada en la sede onubense.

"EN TODA SU LEGALIDAD"

Los guerristas sostienen que la nueva Ejecutiva ha sido constituída "en toda su legalidad" por lo que anuncian que lucharán por defenderla, según puso de manifiesto Marín, para quien este enfrentamiento entre guerristas y renovadores no constituye un problema aislado, por entender que forma parte de la "grave situación" del Partido Socialista en Andalucía y en España.

Los integrantes de la nueva Ejecutiva firmaron est mañana un documento por el que ponen sus cargos a disposición del comité provincial para el caso de que haya un acuerdo con los renovadores y éstos pasasen a ocupar algunos puestos.

La nueva Ejecutiva, cuyo futuro depende de la reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del próximo lunes, ha abordado el proyecto de una posible visita a Madrid para tratar de buscar soluciones a este conflicto con Felipe González y Alfonso Guerra.

Además de tratar la problemática situación del PSOE onubense, la nuev Ejecutiva también ha lamentado la crisis actual de astilleros y de la minería, así como las restricciones de la Unión Europea de la comerciacialización del sector porcino desde esta comarca.

Por ora parte, la Ejecutiva regional del PSOE estudia la posibilidad de abrir un expediente disciplinario al alcalde de Paterna y diputado provincial, el guerrista Juan del Valle, a causa de los calificativos dedicados al secretario de organización, Ciprià Ciscar, al que acusó de utilizar métodos dictatoriales. Dl Valle se refirió a Ciscar con palabras como "iluminado", "majara perdido" y "cara de hada madrina", entre otras.