Guerra exhibió su artillería pesada para cargar contra el presidente del PP, José María Aznar, al que acusó veladamente de ser heredero directo del fascismo que ahora vive un resurgimiento en toda Europa.

Para el número dos socialista, la derecha española está "ávida de poder" desde que en los últimos doce años el PSOE está en el Gobierno, y dudó de la voluntad democrática de un lider que "en lugar de esperar a gana las elecciones para ocupar la presidencia, reitera que hay que echar a Felipe González del Gobierno".

Guerra considera que esta actitud del Partido Popular sólo pretende desestabilizar las instituciones y "los que atacan a todo el sistema democrático no quieren más que dictadura".

El vicesecretario general del PSOE acusó a los populares de hacer catastrofismo y de intentar hacer creer a los ciudadanos que existe un clima de corrupción generalizada entre los políticos que "quieren utilizar para levarnos a la peor de las corrupciones: la falta de libertad".

Ante un auditorio entusista de unas 7.000 personas, Guerra quiso devolver los ataques realizados por el PP en los últimos días, aunque reconoció la existencia de casos de corrupción en los que están implicados miembros del PSOE.

Al mismo tiempo, Alfonso Guerra mostró la sentencia judicial sobre el caso de la construcción de Burgos, en la que el juez consideró demostrado que Aznar utilizaba como intermediario al que finalmente resultó sr condenado por corrupto en esa sentencia.

"HAN EXISTIDO ERRORES"

Guerra dijo que han existido errores dentro del PSOE y admitió que "algunos fallos de la gestión socialista se produjeron al ceder ante los intereses de los poderes fácticos".

"Lo que quieren los empresarios es que no hayan políticos de izquierdas, quieren políticos de derechas, sicarios de las empresas en el Parlamento como ha ocurrido en Italia", advirtió.

"Para contentar a los poderes fácticos y tranquilizarlos, nosotros antuvimos en el Banco de España al subgobernador (Mariano Rubio), que no era uno de los nuestros, y después se demostró que eso fue un gran error".

Guerra se refirió también a la candidata del PP a las Elecciones Europeas Mercedes de la Merced, de la que dijo que elogia al sistema social creado por Franco, por lo que exigió a Aznar que la excluya de la lista al Parlamento Europeo "porque es una fascista".

Los militantes y simpatizantes socialistas jalearon a Guerra mientras éste se paseaba por elestrado con un micrófono inalámbrico y señalando estar orgulloso "de pertenecer a un partido que se ha equivocado un millón de veces pero que ha defendido a los trabajadores y a los más pobres; no nos da vergüenza decirlo porque ellos (la derecha) sólo han defendido a los más ricos".

Alfonso Guerra agradeció al independiente José María Mendiluce, que se presenta en la lista europea socialista, su compromiso con el PSOE y dijo que "ser independiente no significa no estar comprometido", al tiempo que piió la movilización en contra del avance del fascismo en Europa.

El vicesecretario general del Partido Socialista afirmó que "España ha ganado en estabilidad y properidad desde que el PSOE está en el Gobierno".