Guerra, que presentó esta noche en el Club Siglo XXI al secretario de Organización socialista, José Blanco, explicó su presencia por el apoyo a los nuevos dirigentes y "porque todo esfuerzo por liberar a España de la mediocridad de la derecha merece la pena".

"Los anteriores dirigentes (del PSOE) llevaron al partido a la postración, a la desorientación y al desánimo", dijo Guerra, para quien el 35 Congreso "desanudó un enquistamiento voluntario insostenible en el tiempo".

A quiene critican la escasa experiencia política de algunos miembros de la nueva Comisión Ejecutiva, Guerra replicó que en política "siempre es mejor la virginidad que la experiencia viciada".

Junto a este apoyo, Guerra alertó a la nueva dirección de algunos desafíos a los que tiene que hacer frente como "la reciente desfiguración de la homogeneidad del partido por algunos casos de clientelismo y persecución política de afiliados no dispuestos al vasallaje que exigen algunos dirigentes territoriales".

Gurra no cuestionó la legitimidad de origen del Gobierno, pero sí su legitimidad de ejercicio. "Un Gobierno cuyo objetivo principal y casi único es la creación de un grupo de presión política y económica a través de transferencia de recursos públicos a manos privadas, siempre amigas, no merece tal nombre.

"Un presidente que condena al pueblo vasco porque no está maduro, -él está tan maduro que se ha caído del arbol del guindo de Euskadi- recuerda a otro personaje que durante mucho tiempo nos ilustró conaquella teoría de que el pueblo español no estaba todavía preparado para la democracia".

Para Guerra, Aznar "amenaza con la técnica de arrasamiento de la democracia practicada entre 1993 y 1996" (Sus últimos años en la oposición). Como muestra, aseguró que detrás de su reciente campaña "de apropiación de la Constitución y de exigencia de unidad frente al terrorismo, se esconden un líder y un partido que no apoyaron la Constitución de 1978 y que fueron los artífices de la ruptura de la unidad de los patidos democráticos acampados en el Pacto de Ajuria Enea".

Guerra criticó la "altanería, que casi siempre esconde mediocridad", con la que el presidente del Gobierno entra en guerra con todos: con Marruecos, por la pesca; con los vascos, porque no están maduros, y con Europa, logrando la unanimidad de todos contra España". "El guía se consuela con la solidaridad de las laderas de la mafia italiana", afirmó Guerra en referencia al primer ministro electo italiano, Silvio Berlusconi.

Tras esta diatria contra Aznar, Guerra pidió a los nuevos dirigentes del PSOE que luchen por ganar las próximas elecciones generales para desbancar del Gobierno a un "partido atrapalotodo", que trata además de crear una indefinición política con el fin de confundir al electorado.

Por este motivo, recomendó a Rodríguez Zapatero: "Valgan los consensos para las reglas de juego: Constitución, leyes electorales y lucha contra los que quieren destruir la democracia, pero claridad sin ambigüedad en las ofertas concretas a ls ciudadanos".

"La democracia es posibilidad de elegir. Si todos defienden lo mismo, los ciudadanos no pueden ejercer su derecho a la opción democrática", concluyó Guerra.