Tras la sesión constitutiva del Parlamento regional, que acabó con el PSOE de nuevo en la Presidencia de la Mesa tras la falta de acuerdo entre el PP y Vox, Guardiola se declaró una servidora pública “con principios”. “Una cosa es negociar, escuchar y otra muy distinta es mercadear con la ilusión de Extremadura”, sostuvo.

Rememoró que su partido obtuvo 28 diputados en los comicios del 28-M, mientras que Vox tuvo 5. “Con todo el respeto a los votantes, el rol adecuado a sus resultados es apoyar al PP y no al revés”, sentenció, añadiendo que ella no va a firmar “un acuerdo de gobierno ni un pacto asimétrico” ni piensa “regalar consejerías ni entrar en batallas culturales que están superadas”.

“El camino más fácil hubiera sido ceder y ser presidenta a cualquier precio, y traicionar a mi tierra y traicionar lo que prometí en campaña”, recalcó. “Pero no, esa no soy yo”, añadió Guardiola, asegurando a sus vecinos que “jamás” va a fallar a su palabra y a su compromiso.

Recordó que a Vox se le ofreció un acuerdo programático con puntos que buscaban el “avance y bienestar” de los extremeños, así como la Presidencia de la Asamblea. “Yo creo que poder presidir este Parlamento con un 8% de los votos desde luego no es en ningún caso una cosa menor”, sostuvo.

De tal forma, indicó que ha intentado por todos los medios llegar a un acuerdo “hasta el último momento”. En la última propuesta a Vox, además de la Presidencia de la Cámara se ofrecía una Secretaría en la Mesa de la Asamblea y también el senador autonómico que le corresponde al Grupo Popular.

“No les interesaba y no les ha parecido suficiente”, deploró. “Ellos han antepuesto sus ansias de poder y esa soberbia al cambio”, continuó, acusando a Vox de no ser capaz de “ver más allá de su propio ombligo” y “buscar el aplauso fácil de los suyos” proponiendo “medidas totalmente obsoletas”.

En palabras de Guardiola, en Vox ha encontrado “zancadillas, desunión y ansia”. “Todo se ha teledirigido desde Madrid”, consideró, refiriéndose a la presencia en la sesión constitutiva del “capataz del señor feudal”, en alusión al vicepresidente de Acción Política de Vox, Jorge Buxadé. “Los extremeños no merecen este bochorno”, se revolvió.

“Vox ha demostrado que cuando ha estado en su mano cambiar y sacar a un Gobierno del PSOE ha preferido que nada cambie” y “parece que nos obligan a ir a elecciones y me entristece enormemente” porque “en política hay que demostrar altura de miras”. “Si hay que ir” a elecciones, se irá, admitió.

De tal manera, Guardiola aseguró que el suyo es un partido de Estado y le hubiera “encantado” que el PSOE hubiese facilitado la gobernabilidad de una tierra que en las urnas “ha pedido cambio”. “PSOE y Vox han preferido estancar esta tierra”, denunció la dirigente del PP.

“Yo no puedo dejar entrar al Gobierno aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes están deshumanizando a los inmigrantes y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera Lgtbi”, advirtió Guardiola, remitiéndose también a sus palabras de que no permitiría un Gobierno del PSOE.

En cuanto a si la única opción posible ya es ir a elecciones, respondió que “o que Vox apoye mi investidura”. En el caso de que se repitieran los comicios, opinó que se podría conseguir “la mayoría suficiente para gobernar en solitario”.