LA GUARDIA CIVIL RESOLVIO BIEN EL CASO DEL "CRIMEN DE CUENCA", PERO EL JUEZ ORDENO TORTURAR A DOS INOCENTES

- Así se indica en un reportaje que publica la revista "Guardia Civil", órgano oficial de comunicación delinstituto armado

MADRID
SERVIMEDIA

Un reportaje publicado en el último número de la revista "Guardia Civil", órgano oficial de comunicación del instituto armado, desvela que los agentes del cuerpo policial que investigaron el asesinato de una persona en el marco del proceso conocido como "Crimen de Cuenca", en 1910, demostraron que ésta había desaparecido voluntariamente, a pesar de lo cual el juez que instruyó el caso les ordenó torturar a dos inocentes, a quienes se les atribuyó finalmenteel falso crimen.

En el documento periodístico se responsabiliza al juez Emilio Isasi Echenique de "ordenar, presenciar y dirigir" las torturas a que tres agentes de la Guardia Civil sometieron a León Sánchez y a Gregorio Valero, campesinos de profesión, que terminaron por confesar el inexistente crimen al no poder soportar los malos tratos que recibieron durante su arresto.

La historia comenzó cuando los padres de José María Grimaldos López, alias "Cepa", vecino de Tres Juncos (Cuenca), denunciarn en el cuartel de la Guardia Civil la desaparición de su hijo. La pesquisas llevadas a cabo, tanto por los agentes del cuerpo como por el juez titular del juzgado de Belmonte, Antonio Rodríguez González, demostraron que el "Cepa" había abandonado voluntariamente el pueblo.

No obstante, de acuerdo con el mencionado reportaje, el juez Emilio Isasi Echenique, hijo de un ex ministro de Justicia del Gobierno de Cánovas de Castillo, que sustituyó al anterior en el puesto, decidió años después reabrir el suario, probablemente a instancias de un cacique local conocido como "Paco el Feo", y, a la vista de que continuaba sin conocerse el paradero del "Cepa", procesar a los dos campesinos inocentes.

Con la aquiescencia del propio juez, el fiscal que instruyó el proceso, el referido cacique, y -posteriormente- el párroco de la localidad, los acusados fueron condenados a 18 años de prisión. Sólo consiguieron eludir la pena capital por recomendación de sus abogados, que les conminaron a reconocerse como autore del supuesto crimen.

Transcurridos varios años desde que se hubiera cometido el falso asesinato, se tuvo conocimiento de que la supuesta víctima, el "Cepa", estaba vivo y residía en la localidad de Mira de la Sierra, también en Cuenca.

Se da la circunstancia de que el cura de Tres Juncos llegó a ocultar durante algunos años la noticia de que el "Cepa" vivía, puesto que había recibido varios requerimientos por parte de su homólogo de Mira de la Sierra para que le remitiera la partida de nacimient del "muerto", con motivo de su próximo enlace matrimonial, aunque había decidido no contestar para no descubrir al juez, los guardias civiles y el cacique "Paco el feo".

Al final, todo se descubrió y el 10 de julio de 1926 el Tribunal Supremo admitió un recurso de revisión del proceso incoado por el "Crimen de Cuenca" y resolvió absolver a los dos acusados. Asimismo, ordenaba diligencias contra las autoridades judiciales, médicos forenses y guardias civiles que habían intervenido en la detención, exaen facultativo e interrogatorio y torturas de León y Gregorio.

El caso del "Crimen de Cuenca" fue ampliamente conocido a raiz de un largometraje que rodó a finales de la década de los años setenta la realizadora española Pilar Miró. La proyección del filme fue prohibida por las autoridades durante unos años y su responsable, Miró, encausada en un procedimiento judicial militar que, no obstante, fue finalmente archivado.

(SERVIMEDIA)
26 Mar 2000
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