Según informó el Instituto Armado, su directora general, María Gámez, asistió a la recepción oficial de este material en el Servicio de Armamento en Valdemoro (Madrid). Las nuevas armas han tenido un coste global de 450.000 euros, a razón de 3.000 euros cada una de ellas.

El envío consta, en concreto, de 150 pistolas de efectos eléctricos incapacitantes (comúnmente conocidas como pistolas Táser) de la marca Axon y dotadas con videocámara.

Antes de su reparto, las armas se someterán a una serie de pruebas para evaluar su rendimiento operativo y definir los procedimientos de empleo. El Centro de Adiestramientos Especiales de la Benemérita formará y habilitará al personal de aquellas unidades a las que se va a distribuir este primer lote.

“USO GRADUAL DE LA FUERZA”

Estas primeras pistolas Táser serán adjudicadas a las unidades reunidas que se enfrentan a las formas más peligrosas de delincuencia. A partir de la experiencia en estas unidades se procederá a extender su uso de manera progresiva.

La Benemérita destacó que “las pistolas Táser constituyen un nuevo medio que se integra en el esquema de intervención operativa de la Guardia Civil que se implantó en 1998 y se fundamenta en el uso gradual de la fuerza”.

El equipamiento de estos nuevos dispositivos no letales incorpora un sistema de grabación de la actuación que permite documentar gráficamente las intervenciones en las que se utilicen para garantizar la seguridad jurídica de los guardias civiles en sus actuaciones.