E ese periodo, la Guardia Civil realizó 698 actuaciones, en las que detectó las 414 infracciones, instruyó 8 atestados y cursó 406 denuncias. Además, realizó 250 tomas de muestras y otros análisis y se elaboraron 34 informes.

Este plan de actuación, que se mantiene durante todo el año, con especial incidencia en verano, pretende evitar el impacto negativo que pueden ocasionar los diferentes focos contaminantes sobre esas zonas de baño.

Entre los principales cometidos de la Guardia Civil en este ámito se encuentra el control de los vertidos procedentes de poblaciones, explotaciones ganaderas y agrícolas, industriales o cámpings.

Otra de las misiones asignadas a la Guardia Civil es la emisión de informes y la comunicación a las autoridades competentes de todos aquellos aspectos que pueden ayudar a mejorar la calidad de las aguas de baño y el medio ambiente en general.

Entre las acciones más comunes que han sido objeto de propuesta de sanción por parte de la Guardia Civil se encuentran el patoreo en zonas de baño, las acampadas no autorizadas y el vertido de aguas residuales, basuras domésticas y purines.

Esta misión del SEPRONA se presta sin perjuicio de atender a las genéricas encomendadas a la especialidad en el marco de la protección del derecho del ciudadano al disfrute adecuado del medio ambiente.