Ibarra denunció la permisividad y el apoyo de los directivos de los clubes de fútbol hacia los grupos ultras que generan actuaciones violentas, y señaló que ello repercute en la generación de situaciones de peligro para la seguridad de los aficionados que están en los estadios.

Para el presidente del Movimiento Contra la Intolerancia, es muy grave ue todos los fines de semana aparezcan en los campos de fútbol banderas anticonstitucionales, nazis y no democráticas, "politizando los estadios y convirtiendo los encuentros en algo que no tiene nada que ver con el fútbol".

Ibarra afirmó que "hay un estímulo fanático de identificación con los colores de un equipo, que trasciende la animación y que se transforma en actuaciones violentas", situación que no sólo se da dentro de los estadios de fútbol, sino que también se produce en las llegadas y en lassalidas tanto de los equipos, como de los aficionados.

El presidente del Movimiento Contra la Intolerancia reclamó que se aplique la legislación vigente contra la violencia en el deporte, a fin de exigir responsabilidades de los clubes de fútbol para evitar los incidentes violentos y la incitación, por parte de personas o grupos, al odio o la violencia.

En su opinión, los directivos de los clubes tendrían que acabar con la exhibición de pancartas antidemocráticas "que a veces son permanentes detrs de las porterías" y con las oficinas estables dentro de los estadios que dan cobertura a los movimientos fascistas.

También demandó a los clubes que impidan que los ultras accedan a los sistemas de megafonía, que no les vendan entradas a bajo precio y que utilicen a fondo las camaras de vigilancia que tienen instaladas en los estadios.