Este buen resultado se basa en un crecimiento del margen financiero del 14,3 por cien, si bien los costes de transformación también aumentaron notablemete, un 18,79 por cien. Los activos totales medios alcanzaron a finales de marzo los 8,94 millones.

En los mercados nacional e internacional, la actividad de tesorería y mercado de capitales de todo el grupo aportaron unas ganancias adicionales de 9.191 millones de pesetas, a lo que se suman otros 1.424 millones en resultados atípicos.

El Santander dedicó a provisiones netas y amortizaciones 17.702 millones de pesetas y además, durante el trimestre, el saldo de morosos se redujo un 5,9 por cien. E índice de cobertura de la morosidad es del 104,53 por cien y el de la mora sobre activos de riesgo se sitúa en el 3,52.

El presidente del Santander, Emilio Botín, remitió una carta a los accionistas en la que destaca que la mejora de los beneficios se produce "en un trimestre caracterizado por la gran inestabilidad de los mercados financieros nacionales e internacionales y determinado por un entorno económico general que sigue mostrando signos de debilidad".

"En este contexto", añade, "los resulados conseguidos han sido posibles gracias a la diversificación geográfica y de negocio del grupo y a una gestión activa de la base de clientes y de la morosidad".

Botín afirma que el aumento del 18,79 por ciento en los costes de transformación, pese a ser "muy importante, se mantiene dentro de presupuesto, que prevé una progresiva moderación del crecimientos de costes durante el año, y recoge el impacto del 4 por ciento producido a lo largo de 1993 por la depreciación de la peseta, así como la creciete importancia de nuestras actividades internacionales".

Finalmente, anuncia que el próximo 30 de abril el Santander hará efectivo el dividendo complementario por un importe bruto de 106 pesetas por acción, con lo que el dividendo total con cargo a los beneficios de 1993 asciende a 292 pesetas, un 12,3 respecto más que en el 92.