Así, su margen de intermediación (lo que ganan por gestión de depósitos y préstamos) creció un 9,6%, hasta los 298,5 millones de euros, mientras que el margen ordinario, principalmente comisiones, mejoró un 11,5%, sobre todo por una mejora del 16% en las comisiones, hecho contrario a lo que ha sucedido con las comisiones que han conseguido los bancos.

Mientras, el margen de explotación subió un 9,6%, a pesar del aumento en un 13% de los gastos de personal, principalmente debidos a la expansión del gruo. De hecho, las Cajas Rurales abrieron 28 oficinas en el primer trimestre de este año, con lo que se sitúan ya en 3.800 puntos de atención al cliente en toda España.