Así lo defendió en unas declaraciones remitidas a los medios de comunicación en las que admitió “esperar” que su “compromiso personal” y la “relevancia” del cargo “se traduzcan en una mayor ambición climática y también una mayor velocidad de dichas transformaciones”.

A su juicio, en este “momento crucial”, Europa debe “mantener su liderazgo”, en “especial” para las futuras generaciones, con las que, recordó, la presidenta de la Comisión , Ursula von der Leyen, “ya se comprometió”.

En paralelo, urgió a Europa a “evitar que el cortoplacismo y el retardismo ocupen un lugar central en la política de la UE”.

Junto a ello, subrayó que la “fórmula” para la transición ecológica “tiene que beneficiar a la gente y no a las élites o los oligopolios” y, además, tiene que disponer de los recursos “suficientes” para abordar el, a su entender, “reto tan grande que tenemos entre manos”.