Los regalos fueron depositados en las sedes de TotalFina en Madrid, París y Bruselas. En París, un Papá Noel dejó varios barriles de crudo y aves petroleadas. En Madrid, miembros de Greenpeace entregaron un barril de crudo en la sede de la compañía petrolera y desplegaron una pancarta con el lema: "Totalfina: sucio petróleo por Navidad".

Eva Hernández, portavoz d Greenpeace España, exigió a la empresa que recupere el petróleo que todavía queda en el interior del barco hundido, unas 20.000 toneladas, y asuma su responsabilidad en el vertido.

"Existe tecnología para recuperar el petróleo del naufragio y TotalFina debería estar haciendo ahora todos los esfuerzos para realizar esta operación antes de que el petróleo restante haga la situación aún peor", concluyó Xavier Pastor, director ejecutivo de Greenpeace España.