GREENPEACE PROTESTA EN NAVIA (ASTURIAS) CONTRA LOS VERTIDOS AL MAR POR TUBERIAS SUBMARINAS

MADRID
SERVIMEDIA

Los tripulantes del buque "MV Greenpeace", que participan en la campaña en defensa del mar Cantábrico, se encuentran en Navia (Asturias), donde está instalada la industria papelera Ceasa, que vierte sus residuos tóxics al mar a través de un emisario submarino, para realizar una completa investigación del vertido y del daño que produce en el entorno submarino.

Desde primeras horas de la tarde de ayer, los submarinistas del "MV Greenpeace", que tomaron fotografías de la tubería de vertido y muestras para su análisis, tanto del sedimiento como de los residuos que se vierten, pudieron constatar que el fondo marino está cubierto por residuos orgánicos procedentes de Ceasa.

Según el informe de Greenpeace "Impacto abiental de las celulosas en el Cantábrico y las costas gallegas", presentado al comienzo de la campaña, Ceasa vierte al año más de 16.000 toneladas de materia orgánica al mar Cantábrico, que sepultan los fondos marinos, convirtiéndolos en un desierto.

Además, según la organización ecologista, Ceasa vierte 2.300 toneladas de productos organoclorados tóxicos, que se forman en el proceso de blanqueo de la pasta, al utilizar cloro, y son los más tóxicos y bioacumulativos jamás producidos por el hombre. La sustancias organocloradas acaban afectando al hombre a través de la cadena trófica.

Una vez terminado el muestreo, miembros de Greenpeace desplegaron una pancarta en la que se leía "Escondes tus residuos. Matas el Cantábrico".

El grupo conservacionista ha expresado reiteradamente su oposición a la construcción de emisarios submarinos, que "alejan los problemas de contaminación de los ojos de la gente, pero no los resuelven".

Otras empresas papeleras de la costa norte, como Ence en Pontevedr y Sniace en Torrelavega (Cantabria), quieren construir emisarios para esconder su contaminación, según Greenpeace.

"Los ciudadanos de la costa del Cantábrico", declaró el coordinador de la campaña, Juan López de Uralde, "se están dando cuenta de que los están engañando. Prometen resolver los problemas y lo único que hacen es alejarlos unos cientos de metros. Ya es hora de que se resuelvan los problemas de contaminación en su origen: la empresa productora".

(SERVIMEDIA)
05 Jul 1991
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