Según explicó hoy Greenpeace, la flota japonesa necesita capturar a diario aproximadamente nueve rorcuales aliblancos y un rorcual común para alcanzar la cuota auto-asignada de casi 1.000 ballenas.

El "Esperanza", según anuncia la ONG, se ha visto obligado a volver a puerto debido a la escasez de combustible, tras llevar dos semanas impidiendo que la flota japonesa cazara ballenas. Sin embargo, el buque del Gobierno australiano "Oceanic Viking" permanece todavía siguiendo a los barcos japoneses, añade Greenpeace.

"Aunque el 'Esperanza' debe volver a puerto, la campaña para detener la caza de ballenas en el santuario ballenero antártico está lejos de haberse terminado", subrayó en un comunicado la responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace en España, María José Caballero.