Según informó hoy la ONG ecologista, esta situación es positiva ya que, "mientras dure esta persecución, los balleneros no podrán disparar sus arpones".

"Si intentaran comenzar a cazar, la tripulación del 'Esperanza' emprendería acciones no violentas para impedir la matanza de cerca de 1.000 ballenas, entre las que se incluyen 50 rorcuales azules en peligro", señala Greenpeace.

En una declaración emitida por radio tanto en inglés y japonés, el responsable de la campaña de ballenas de Greenpeace en Japón, Sakyo Noda, avisó a la flota japonesa de que la tripulación ecologista "está en el Océano Antártico para condenar la caza que llevan a cabo".

Finalmente, Noda les pidió que abandonen el santuario ballenero y vuelvan a puerto de forma inmediata.