"Cuando todos los políticos de la derecha civilizada, avanzada, moderna y europea se han posicionado en contra de las pruebas nucleares sale Aznar, para hacerle la pelota a Chirac, posicionándose a favor de las pruebas. Es algo decepcionante", subrayó.

No obstante, precisó que es "clarificador" conocer la posición del líder del PP, ya que ahora "sabemos que Aznar es un político que está a favor de las arma nucleares. No sabemos si estaría también de acuerdo si se realizaran en Formentera, ya que por lo visto considera que son inocuas, inofensivas y necesarias para la defensa europea".

A su juicio, Aznar dio una imagen de "funcionario fiel" tras entrevistarse el pasado 17 de julio con Jacques Chirac en el palacio del Elíseo, al considerar que tras el encuentro "mostró su agradecimiento y apoyo incondicional".

MOVILIZACIONES

Con el objetivo de impedir la reanudación de las pruebas nucleares franceas en el atolón de Mururoa, en la Polinesia Francesa, Greenpeace ha organizado una flota con cerca de cien embarcaciones que han puesto rumbo a la zona.

Pastor explicó que con la presencia pacífica de estas embarcaciones, entre las que hay barcos privados, intentarán que el presidente francés, Jacques Chirac, dé marcha atrás y paralice la reanudación de las pruebas nucleares.

Greenpeace tiene previsto realizar actos de protesta y manifestaciones en Francia, así como entregar a Chirac millones de irmas de ciudadanos de todo el mundo contrarios a los ensayos nucleares franceses. Entre las medidas de presión está previsto, además, pedir a los gobiernos del resto de los países que adopten medidas condenatorias contra las pruebas.

Pastor subrayó que Greenpeace no se suma al boicot contra los productos franceses que han iniciado otras organizaciones. "Nos parece muy respetable que lo hagan, pero por el momento creemos que el boicot sólo tendría impacto sobre los ciudadanos franceses, que un 60 por iento están en contra de las pruebas".

Sin embargo, recalcó que Greenpeace sí pide a los gobiernos que "revisen" los acuerdos que mantienen a nivel de empresas estatales con Francia y que aislen al país galo de las maniobras conjuntas y de otras actividades internacionales para hacer recapacitar al Ejecutivo francés.