Según la organización ecologista, España "puede asumir un objetivo de renovables de, al menos, un 30%", por encima del global europeo del 20%. Por ello, considera que estas medidas constituyen un "buen pero insuficiente comienzo" para frenar el cambio climático.

No obstante, el "inconveniente fundamental" de este plan es, a juicio de Greenpeace, que los números de las emisiones "no suman todavía una reducción de CO2 del 30%".

"Tal y como está la propuesta, se exige a los países y a la industria de la UE menos esfuerzo del necesario a favor del clima, ya que el objetivo total a alcanzar, consistente en reducir las emisiones el 20% para 2020, no es suficiente", añade.

Para Greenpeace, sólo una reducción de las emisiones de la UE de un 30% para 2020 respecto a los niveles de 1990 puede mantener la subida de la temperatura media global por debajo de los 2 grados centígrados.