Las 25 casas han sido seleccionadas entre las cerca de 400 llamadas que Greenpeace recibió tras la petición de colaboración lanzada por la organización hace dos semanas.

Las muestras de polvo que se recojan serán enviadas a laboratorios independientes para su análisis. A través de estos análisis se buscará la presencia de determinadas sustancias químicas, que son consideradas muy peligroas por sus efectos potenciales a largo plazo en la salud y en el medio ambiente.

"Hemos elegido 25 casas de características variadas de forma que obtengamos datos que nos acerquen a conocer la situación química de los hogares españoles. Los productos de consumo contienen sustancias muy peligrosas para la salud y el medio ambiente que estamos metiendo en nuestras casas, y este estudio nos va a indicar hasta qué punto nos exponemos a ellas", explicó Sara del Río, responsable de la Campaña de Tóxicos de reenpeace España.