Los responsables de esta organización internacional de defensa de la naturaleza informaron que el nuevo centro está equipado con las técnicas más avanzadas para tratar los efectos de la radiación.

El servicio tine capacidad para atender 50 niños al día y cuenta con la colaboración de especialistas occidentales, que trabajarán junto a pediatras ucranianos.

Según indicaron hoy fuentes de Greenpeace, desde el accidente de Chernobil, se han abierto expedientes médicos especiales a unas 600.000 personas que vivían en zonas contaminadas.

Además, otra de las consecuencias de aquel accidente nuclear es que la población infantil está sometida a un mayor riesgo de enfermedad. Los trastornos más comunes entre los fectados se presentan en la sangre y en la glándula tiroides.

Los mismos portavoces de la organización ecologista confirmaron también que en Ucrania se han registrado las tasas de cáncer más altas de toda la Unión Soviética y han aumentado los casos de leucemia.