En unas jornadas sobre el sector inmobiliario organizadas por ‘El Economista’, Borja García-Egotxeaga, CEO de Meinor, se mostró convencido de que el precio de la obra nueva “va a mantener la senda ascendente” aunque apuntó que la subida podría moderarse a partir del próximo semestre porque “las condiciones económicas se están deteriorando”.

A este respecto, subrayó que el principal motivo que explica la fortaleza de la demanda es la falta de oferta, a lo que se suma el encarecimiento de los materiales de construcción y las dificultades para encontrar suelo.

Por su parte, el CEO de aedas, David Martínez, señaló que el desequilibrio actual se produce porque se construyen alrededor de 80.000 viviendas nuevas anuales cuando la demanda alcanza las 120.000. Como consecuencia, según advirtió, existe “un problema muy grave para satisfacer la demanda de primera vivienda para la gente con menos recursos”. Como solución, pidió estimular la oferta de suelo.

En la misma línea, el CEO de Vía célere, José Ignacio Morales, descartó que la financiación pueda suponer algún tipo de problema para la demanda de vivienda en los próximos dos años ya que pese a las recientes subidas de tipos el coste financiero “sigue siendo razonable”. “No va a provocar un cambio radical en el apetito de las familias para comprar viviendas”, sentenció.

Además, José Carlos Sanz, CEO de Habitat Inmobiliaria, indicó que la subida de los precios no se explica por los tipos de interés ya que se sostiene por “la abrumadora diferencia entre la oferta y la demanda”, que atribuyó también a que “el suelo es caro y difícil de conseguir”.

Por último, Jorge Pérez de Lezo, CEO de Metrovacesa, concluyó que otro factor que puede agravar el desequilibrio entre oferta y demanda son “los momentos de incertidumbre” actuales con gran volatilidad en los precios de los materiales que pueden provocar retrasos en el inicio de las obras.