Un gran número de dentistas tiene en sus consultas particulares aparatos de rayos x adquiridos, hace años, sin la autorización obligatoria actualmente y otros que han comprado los aparatos en los últimos años pero de segunda mano y no a una empresa especializada, lo que les permiter brlar el control obligatorio.

En las empresas de control de calidad de materiales de construcción, de infraestructuras viarias y de asistencia técnica, el elevado número de personal eventual impide el control dosímetrico obligatorio.

El responsable del Servicio de Dosimetría personal del CIEMAT, Jose Carlos Sáez, uno de los 14 centros autorizados en España para realizar la medición de radiación externa, explicó a Servimedia que en la actualidad se controlan anualmente a 70.000 trabajadores y profeionales expuestos a radiaciones y se estima que al menos un 20 por ciento más no estén controlados.

De estos 70.000, un 65 por ciento corresponde a profesionales del ámbito médico, un 15 por ciento al personal que trabaja en centrales nucleares, un 1 por ciento a centros de investigación y un 20 por ciento a industrias de control de calidad, asistencia técnica de equipos de radiación y empresas de transportes de residuos y materiales radiactivos.

Aunque en la actualidad los centros de dosimetría atorizados tienen una capacidad tres veces mayor a la demanda actual, no realizan más controles porque no existen más trabajadores declarados.

Según el doctor Herranz, jefe del Servicio de Radioterapia del Hospital Gregorio Marañón, el mayor número de incidentes con elementos radiactivos y de accidentes por sobrexposición se producen por que no se siguen las normas de protección adecuadas o por desconocimiento del manejo de los aparatos radiactivos.

EFECTOS RADIACTIVOS

Los efectos de la radiactivdad sobre el organismo humano dependen, según Herranz, de la dosis recibida, del tiempo de exposición al isótopo radiactivo y de la parte del cuerpo expuesta.

Los síntomas más característicos de la contaminación externa son las lesiones en la piel, similares a quemaduras solares -dificilmente pueden producirse necrosis de tejidos-, lesiones en la medula ósea que debilitan las defensas, y lesiones en el intestino delgado, similares a las agresiones que se producen por algún tipo de trastorno alimentici. Sí se produce un síndrome neurológico, la contaminación externa puede producir la muerte.

Por contaminación interna, la gravedad de la lesión depende del órgano irradiado por el isótopo y, en estos casos, el paciente debe ser ingresado en salas blindadas, aislado de los pacientes comunes y con depósitos para reciclar los residuos radiactivos que expulsa el enfermo.

En los últimos 5 años, la media anual de pacientes que son sometidos a control de radioterapia porque se sospecha que ha recibido agún tipo de radiación se cifra entre 6 y 8 personas, según el doctor Herranz. Sin embargo, el año pasado esta media se disparó a causa del accidente del acelerador de partículas de Zaragoza y el escape que se produjo en la empresa Medgenix S.A, con sede en la localidad de Tres Cantos (Madrid).