Según informaron hoy ambas entidades, han tomado esta iniciativa ante la avalancha de protestas llegadas a las distintas sedes de las agrupaciones de telespectadores y radioyentes contra la emisión del citado programa.

La ATR y FIATYR afirman en una nota que el programa televisivo puede vulnerar la dignidad de las personas, reconocida en el artículo 10 de la Constitución, la protección de la intimidad y de la juventud y la infancia (apartado 4 del artículo 20), la Ly de Televisión sin Fronteras y la Ley de Televisión Privada.