Según informó Anged en una nota de prensa, si se aprueba esta medida promovida por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, sus empresas deberán asumir un incremento de los costes laborales del 5,8% por la pérdida de 24,2 millones de horas de trabajo anuales.

Además, alerta de que para el conjunto del comercio minorista, el impacto de la reducción de la jornada laboral será de 2.888 millones de euros.

De esta manera, las empresas de Anged, que representan el 12,3% del empleo total del comercio, van a asumir el 16% del coste total de la reducción de la jornada, debido a que prácticamente toda su plantilla la conforman asalariados frente al conjunto del comercio, donde un 25% son autónomos y no se ven afectados por la medida.

No obstante, advierte de que en términos de productividad, son las pequeñas y medianas empresas las más perjudicadas ya que la productividad en las grandes empresas del sector es un 21% superior a la media del comercio minorista y esta brecha puede ampliarse con la reducción de jornada.

Por último, la patronal denuncia que “la imposición de una reducción de la jornada laboral fuera del ámbito del diálogo social cambia las reglas de juego para todos los sectores. En especial, para aquellos como el nuestro, que a través de la negociación colectiva han buscado fórmulas que permitan la conciliación profesional y familiar sin pérdida de capacidad productiva para las empresas”.

A este respecto, recuerda que el convenio colectivo de grandes almacenes acordado en 2023 mantiene la jornada en 1.770 horas al año a cambio de unos incrementos salariales muy importantes (17% en el periodo de vigencia) y medidas de conciliación como: planificación trimestral, limitación de trabajos en domingos y festivos, descansos de calidad por encima del sector y otras medidas de conciliación e igualdad.