EL GRAN CAMBIO: EUROPA ACEPTA ENDEUDARSE CON TAL DE CREAR EMPLEO

MADRID
SERVIMEDIA

En medio d un cierto ambiente de euforia, los jefes de Gobierno de los doce países miembros de la Comunidad han aprobado el Plan Delors para crear empleo en Europa. Lo más llamativo del mismo es que, por vez primera, la CE, a pesar de los persistentes déficits públicos de los países miembros, propone un plan sistemático de endeudamiento a nivel global. Esta es la conclusiónde un cumbre marcada por el llamado Libro Blanco.

Una opción necesaria para financiar el instrumento creado por el presidente de la ComisiónEuropea, Jacques Delors, dado que los países miembros no pueden realizar el esfuerzo presupuestario que implica el ambicioso plan, de corte keynesiano, que, sólo en materia de infraestructuras básicas, pretende invertir 3 billones de pesetas hasta el año 2.000.

En síntesis, el Libro Blanco que los jefes de Estado de los países miembros de la CE aprobaron hoy en Bruselas propone que se destinen 18 billones de pesetas para iniciar inversiones públicas en infraestructuras con el fin de paliar el paro queacecha a Europa y que afecta a 17 millones de desempleados.

Con ello, La comunidad Europea tendrá que conseguir este dinero a base de emitir "obligaciones de la Unión", con lo que Europa aumentará su deuda en beneficio de los parados.

Estas obligaciones serían remitidas por la Unión a ritmo necesario, con vencimientos a largo plazo, con la finalidad de fomentar los grandes proyectos de infraestructuras. Delors se ha cansado de repetir su idea de que el problema del paro en Europa es, además de imortante, urgente. No es posible esperar a que el empresario privado se encuentre en condiciones de superar la crisis y crear empleo. debe ser el sector público el que se convierta en motor del cambio para superar la crisis.

Los beneficiarios serán los promotores de los proyectos que participen directamente en estas redes. LA CE también podrá utilizar las denominadas "Obligaciones convertibles del FEI" que serían emitidas por las empresas públicas y privadas que promueven el proyecto, y garantizadas po este organismo.

Estas inversiones en infraestructuras irían acompañadas de una flexibiliación del mercado laboral, que insiste, quedaría reflejado en las negociaciones colectivas de las empresas y en las normativas de cada país miembro. En este campo el protagonismo pasa a cada país miembro, con sus reformas del mercado de trabajo más o menos avanzadas. Los últimos en incorporarse a este tren de la flexibilidad han sido Dinamarca y España.

En el aspecto doctrinal, el Libro Blanco mantiene las siuientes líneas directrices:

Considera a las pequeñas y medianas empresas como la base de la creación de empleo sugiere restringir la presión fiscal a las mismas y mejorar las entidades financieras con las pymes.

Propone invertir en infraestructuras de transportes paneuropeas. Por ejemplo, la construcción de carreteras tendrá por objetivo principal la interconexión entre los Estados miembros.

El plan recuerda que dichos proyectos tendrán que desarrollarse a corto plazo, y hace hincapié en la mportancia económica en términos de creación de empleo.

En cuanto a la infraestructura del transporte de la energía plantea que al ser estas redes más rentables al tiempo que solicita la suspensión de los monopolios del sector público para reactivar estas inversiones y acondicionar las redes.

Respecto a las redes de telecomunicaciones (las llamadas autopistas de la informacióin) propone que las redes digitales se interconecten para poder construir redes transeuropeas y suprimir, para ello, los prblemas de propiedad industrial, seguridad, formación, etc.

FLEXIBILIZAR EL MERCADO

Las bases genéricas que plantea el documento para la creación de empleo pasan por fomentar la formación más prácticas y el aprendizaje de los jóvenes y la flexibilización del mercado laboral.

En este sentido, sugiere la reducción de las cotizaciones sociales (intocables en la reforma del mercado de trabajo en España) y la introducción de modalidades de contratación que permitan una mayor adaptación a los mercadoscomo son los de apredizaje, formación o en prácticas.

En definitiva, inversión pública global (y financiada en buena parte con cargo a deuda) y mercados laborales más flexibles de cara al interior. El objetivo último se computa así: 15 millones de puestos de trabajo antes del año 2.000.

(SERVIMEDIA)
11 Dic 1993
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