Este resultado recoge los beneficios récord que han registrado Santander y BBVA en un momento en el que se abre el plazo para que la banca anticipe el 50% del nuevo impuesto al sector, que el Gobierno justifica aludiendo a beneficios extraordinarios por la subida de los tipos de interés.

Coincidiendo con estos datos, desde el Ejecutivo se han utilizado como argumento a favor del impuesto y para pedir, desde la parte de Unidas Podemos, gravar al sector en mayor medida y que congelen las cuotas hipotecarias.

La entidad que dirige Ana Botín fue la que anotó una mayor cifra de beneficio el año pasado, 9.605 millones, que se elevó un 18%, y el banco liderado por Carlos Torres se situó en segundo lugar, con un beneficio de 6.420 millones, un 38% más que en 2021.

En tercer lugar se situó CaixaBank, que logró 3.145 millones, un 29,7% más que el año anterior, sin tener en cuenta los extraordinarios derivados de la fusión con Bankia, pero un 39,8% menos si se contabilizan.

Sabadell mejoró su resultado un 61,9%, hasta los 859 millones de euros, contando el resultado de su filial británica TSB. Sin ella, el beneficio se quedó en 771 millones, con un ascenso del 87,2%.

Desde Bankinter, la entidad que confirmó desde el primer momento que recurriría el impuesto “al siguiente día” de pagarlo, el beneficio se situó en 560 millones, con un avance del 28%, y Unicaja registró 260 millones, un 88,9% más.