GOYA. EL CRANEO DE GOYA FUE SEPARADO DEL CUERPO Y ACABO COMO OLLA EN LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA

- Fue confiado a un médico para su estudio científico, sin que después se restituyera a la sepultura

MADRID
SERVIMEDIA

El cráneo de Francisco de Goya y Lucientes, separado del resto del cuerpo cuando el pintor aragonés fue enterrado en el cementerio de La Chartreuse, en Burdeos (Francia), acabó sirviendo de olla a unos estudiantes de la Universidad de Salamanca, que lo utiizaron para realizar un experimento de expansión de gases con garbanzos.

Esta tesis es defendida por el editor Eugenio Gallego en el artículo títulado "Empieza con una tumba y acaba con una bomba", publicado en la revista "Claves", y en el que se cuenta el azaroso destino de la cabeza de Goya tras su muerte.

Según el artículo, la calavera, que por algún motivo no estaba junto al cadáver de Goya, pudo haber sido retratada por otro pintor, después sirvió a un hijo de éste para hacer prácticas de Antomía y finalmente quedó destrozada por un experimento de física.

Gallego explica que el cónsul de España en Burdeos, Joaquín Pereyra, descubrió por casualidad, en 1880, el decrépito panteón donde reposaban los restos de Goya y sus infructuosas gestiones durante 20 años para conseguir que el Gobierno español procediese a su traslado a España. En ese tiempo, Pereyra ordenó una primera exhumación en la que se descubrió la ausencia de la cabeza.

Cuando en 1929 se instalaron los restos de Francisco d Goya en su emplazamiento definitivo de la ermita de San Antonio de la Florida, en Madrid, enterraron con el ataúd un pergamino firmado por el rey Alfonso XIII, que indicaba que en el esqueleto faltaba la cabeza porque, "según es fama, fue confiada a un médico para su estudio científico, sin que después se restituyera a la sepultura".

Sin embargo, el autor del artículo asegura que por aquellos años se desconocía por completo cómo y cuándo había desaparecido la cabeza y afirma que la presunta utilizacin para el estudio "son vaguedades nacidas de la ignorancia".

UN CUADRO DEL CRANEO

En 1928, durante la celebración de los actos conmemorativos del centenario del fallecimiento de Goya, la Academia de Bellas Artes de San Luis, en Zaragoza, presentó un lienzo que representaba el presunto cráneo de Goya, pintado por Dionisio Fierros en 1849.

El autor del artículo plantea algunas hipótesis sobre cómo llegó a manos de Fierros la calavera de Goya, de extraordinarias dimensiones, entre las que cabe la osibilidad de la sustracción por fanáticos de la frenología (corriente de médicos que creían que las dotes psicológicas se podían apreciar en los relieves del cráneo).

Eugenio Gallego relata que, según la esposa del pintor, la calavera, que durante muchos años permaneció en el estudio de Fierros, fue utilizada por un hijo suyo que estudiaba la carrera de Medicina en la Universidad de Salamanca para hacer prácticas de Anatomía.

Según esta teoría, el hijo de Fierros y otros compañeros, con el fin d comprobar la fuerza expansiva de los gases, utilizaron el cráneo durante el curso de 1911 para introducir unos garbanzos en remojo, que finalmente, al hincharse, hicieron estallar la calavera.

Dionisio Gamallo Fierros, nieto del pintor del cráneo y sobrino del estudiante de Medicina, explicó posteriormente en un artículo titulado "Robó mi abuelo la calavera de Goya", que publicó la revista "El Español" en 1943, que descubrió los restos de la cavidad encefálica del autor de las majas en el desván de s casa.

(SERVIMEDIA)
03 Abr 1996
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