La Ley Electoral establece que las elecciones se celebran a partir del quincuagésimo cuarto día de la publicación en el BOE del decreto de convocatoria, que tiene queser aprobado por el Consejo de Ministros y firmado por el Rey un día antes.

De ese modo, el presidente debería reunir el Consejo de Ministros el día 9 de enero para informarle del decreto de disolución, que posteriormente ratificaría don Juan Carlos.

Si Felipe González opta por convocar los comicios el 10 de marzo, la firma del decreto tendría que ser el 16 de enero y su publicación en el BOE el día siguiente.

Fuentes parlamentarias explicaron a Servimedia que en el Gobierno se trabaja con l previsión de que el Consejo de Ministros apruebe la disolución el 9 de enero por la tarde, después de que por la mañana la Diputación Permanente haya aprobado en el Congreso el decreto de prórroga de los presupuestos.