González recordó que, siendo él presidente del Gobierno, se impulsó la idea de que se reconociera la ciudadanía a los brigadistas, lo que fue unanimemente aprobado por el Congreso. Subrayó que esta iniciativa era un signo "de que se cerraba un ciclo histórico, en el que, sin olvidar se ha perdonado".

"Algunos no lo han entendido así", les dijo González a aquellos que han mostrado algunas actitudes contrarias a la visita de los brigadistas, y añadió que "la inmensa mayoría del pueblo sí".

González también dijo a los brigadistas que la actual España es una España mejor, "es una España que ha renunciado a liquidar al adversario, que quiere vivir en paz y luchar por el progreso", y les dió la bienvenida a "esta su casa, a esta su tierra".

Para celebrar este emotivo acto, e PSOE decoró la sala donde se reúne su comité federal con cartelería alusiva a las Brigadas Internacionales y antes de que comenzacen las intervenciones sonaron canciones como "¡Ay!, Carmela", "El puente de los franceses", "El quinto regimiento" y el "Eusko Gudariak".

El presidente del PSOE, Ramón Rubial, dio la bienvenida a los brigadistas, y afirmo que estos compañeros vinieron a España a defender la libertad con las armas en la mano, tras lo cual señaló que "Madrid y el pueblo español les estarán eernamente agradecido".

En representación de los brigadistas habló el rumano Andrés Micu, quien en un deficiente español recordó que "en España se luchó muy duramente contra el fascismo, enemigo del mundo entero", y aseguró que él vino a España por este motivo y para defender a la Segunda República.

En su intervención, Micu formuló un alegato en favor del desarme mundial e hizo votos para que en España haya unidad entre todos los españoles.